Ya había transcurrido como una hora desde que abandonamos el pueblo, rumbo hacia el norte... lo que me recuerda que no me despedí del viejo... bah, que mas dá.
- ¿De verdad que es hacia el Norte? - le pregunté a Rosalyn: nunca me había fiado en mi vida de dos cosas: de los dulces caseros y de la intuición femenina.
Ella me miró con una expresion extraña, entre confiada y satisfecha.
- Por supuesto.
- Vale, vale - gesticulé - que remedio, cuando nos encontremos un precipicio sin puentes ya verás tu que risa.
- ¿No te fias de mi? Esta bien.. .- Rosalyn comenzó a rebuscar en su bolsa y sacó el pergamino que leía antes. - Guía tu si eres tan listo. - dijo dándomelo.
Lo abrí y miré con dificultad: nunca había sido muy dado a la lectura.
- ¿E... Esclavilandia... ? - acerqué aun mas la cara al pergamino - ¿Es de ahí donde traen los esclavos de Roma?
Rosalyn puso los ojos en blanco.
-ES-CAN-DI-NA-VIA- dijo lentamente. - Un sitio donde hace muuuucho frio.
Agaché la mirada a mis piernas y observé mis pantalones cortos.
- Perfecto....

Nos adentramos en un frondoso bosque, donde a mediados del sendero se podía encontrar escudos rotos por el suelo... incluso juraría que transcurrido el trayecto se podía ver una calavera entre varias rocas...
Rosalyn se acercó mas a mí.
- Yoél.. este sitio me da escalofrios.
- Tranquíla, no es nad... - de repenté se escuchó un aullido que me puso los pelos de punta - ...nadie....
Ella en un autoreflejo se agarró a mi brazo.
- Pues... para no ser nada.. aulla muy cerca de aquí ¿no?

De repente entre la maleza salió un par de lobos grises, con una mirada perdida, guiados por el olor de la carne.
...Jodida gafe de niña...

Rosalyn se quedó parada, mirándoles cuando uno de ellos se le echó en cima, oí un grito desgarrador que salía de su garganta, pero luego vi como de una patada echaba atrás al lobo que volvía a atacarla de nuevo.
- ¡Ghiaccio! - dicho estó la hoja de mi espada se cristalizó en hielo, golpeando a dicho lobo. Con solo parpadear ya notaba los colmillos de uno de sus compañeros en mi pierna izquierda.
Pero luego el dolor disminuyó, miré hacia el lobo y le vi una enorme herida y a Rosalyn empuñando la espada que yo le había hecho.
Pegamos espalda contra espalda para abarcarlo todo mejor en la perspectiva.

- ¡¡A por ellos!! - gritó Rosalyn con fuerza.
- Que calentita estas, que calorcito en la espalda n/////n

*OUT* Pues ya estoy aquí, vamos a continuar con la fiesta. Gracias a Maron por postear y.. ¡Libertad para Kaori! xDDDDD. Saludos :D *OUT*