En el campo de batalla luché con ... con un desconocido, sí. Un estúpido que ni sabía para que me buscaba. Él se fue, y me quedé en suelo. Hmm... bah. Me curé todas las heridas en un plis-plas, excepto la del muslo.
Joder, aquí duele.
Pero bah, me la vendaría un poco y ya está. No era de las peores que me habrían hecho. Si mi magia no la curaba, la medicina seguro que sí. Además... estaba cansada. Volví donde me hospedaba y fue cosa de echarme en la cama y dormirme.
Al día siguiente me levanté preparada para partir, pero preferí que antes me vendara la herida un profesional. Así pues, pregunté por algún médico al amo de la posada, y me recomendó uno muy cerca de allí. Fui donde me señaló.
- Vaya herida... ¿Cómo te la hiciste? -me preguntó el señor, quitándome las vendas que me puse yo.
- Fui a entrenar un poco y me encontré con un tipo duro... -dije, riéndome.
- Bueno, bueno, deberías ir con más cuidado ya que...
- ¿Con más cuidado? Una mercenaria no puede ir con más cuidado. -el tipo me miró y suspiró. Terminó de vendarme.
- Ya está, en una semana o así se curará.
- Hm.. valep. -le di unas pocas monedas y me fui hacia la cuadra donde estaba Tierra. Miré mi equipaje, llevaba dinero, mi espada, el veneno y un poco de comida. Perfecto, ahora debía ir hacia el norte... y encontrarme con una gruta en un bosque.
Claro, y solo hay UN bosque.
Así que, poco a poco y buena letra. En cuanto llegue a alguna ciudad le enviaré algun mensaje al Papa, para disculparme de mi lentitud...
Con la excusa de la herida, todo será más fácil.
¡¡Hacia el norte falta gente!! Salimos junto a Tierra, galopando a buen paso. La herida dolía un poco, pero nada del otro mundo.
...
Ir sola aburre, a ver si me encuentro con alguien por el camino...
//OUT// Aw, quería escribir, aunque no sea relevante xD //OUT//
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