Exhalé, profundamente molesto.
Después de un largo viaje habría preferido descansar durante días, enfrascarme en la lectura de alguna novela y...bueno, cualquier otra cosa que no fuera trabajo.
Pero el deber, desgraciadamente insistía en llamarme.
Piensa, Lucius, y elige bien a los representantes de la Iglesia para esta misión...
Dejé la copa de vino sobre la mesa y eché a caminar. Acababa de ocurrírseme un candidato.
Monseñor Cardenal Joseppe. Compensaba su...falta de ...atractivo físico con una profunda devoción y una total intransigencia hacia las herejías. No obstante, estaban los rumores de...algo con...niños...
Me estremecí.
Pamplinas. El efecto de la envidia. De todas formas, esta misión podría alejar al Cardenal de aquí y acabar con los estúpidos rumores.
Toqué a la puerta de su celda.
Una voz ronca me invitó a pasar desde dentro.
-¡Vaya, hola! -Exclamó Joseppe con alegría mientras se levantaba de la silla donde antes había estado escribiendo una carta y me estrechaba la mano.
-Dios os bendiga, Monseñor; ¿cómo estáis?-pregunté con una sonrisa.
-Preocupado, como tú, Lucius, pero toma asiento -señaló una silla detrás de mí mientras él se sentaba enfrente mío. Vertió un poco de vino de una botella que había sobre la mesa y me tendió una copa mientras se servía otra, mucho más llena que la mía.
Tomé la copa que me ofrecía con alegría y un poco de nostalgia, recordando la que dejaba abandonada en mi despacho.
-Muchas gracias.-dije mientras tomaba asiento-.Así que también habéis oído las malas noticias, como supongo...
-Claro, últimamente no se habla de otra cosa... pero, vaya, qué maleducado soy ¿a qué se debe esta visita?
Dejé escapar una risa por simple educación.
-Desgraciadamente-volví mi semblante serio-.Se debe a este desafortunado asunto...El Santo Grial.
Joseppe abrió la boca durante algunos instantes, mirandome con algo de recelo y su copioso ceño fruncido. Luego, sonrió y exclamó.
-¡No creerás que la copa en la que estoy bebiendo es el Santo Grial! Bueno, admito que es cara y es una verdadera antigüedad pero...
Fue mi turno para quedarme boquiabierto. Luego solté una carcajada.
-¡Monseñor!-me santigué entre risas-¡Ojalá lo fuera!-me obligué a serenarme, tomé aire y lo solté lentamente-.Ahora, Cardenal...-sonreí-el problema es mayor de lo que parece...Su Santidad solicita vuestra ayuda.
-¿Mi ayuda? ¿Qué es lo que está pasando? ¿Para qué?
-En mi viaje a Pisa pude recuperar el documento robado por los herejes...Desgraciadamente...-tomé un sorbo de vino-...ya habían hecho varias copias. En este momento, muchos están tras el Grial...y por una vez, saben su paradero exacto.
-Y supongo que eso significa que tendremos que ir en su busca también ¿me equivocó? -Imitó mi gesto y luego dejó la copa sobre la mesa, mientras entrecerraba los ojos- ¿cuándo nos iremos?
¿Iremos? Ah, ¡no tengo intención de moverme de aquí!
-Aún no, monseñor-agité un poco el contenido de mi copa y observé como hacía pequeñas olas-.Aún no. Sólo hemos de estar atentos a cualquier canción, cuento, amenaza, bravata, intención...Todo lo que tenga que ver sobre el Grial-lo miré fijamente-.Si esto siguiese así...entonces sí deberíamos marcharnos.
Marcharte. Yo no. Ni hablar.
-De acuerdo. Has venido a hablar con la persona adecuada, yo soy muy aficionado a salir a dar largos paseos por la ciudad. Me encanta el contacto con los niñ... con la gente.
Esa respuesta había sido un poco...
-Eeeh...-murmuré-...Me alegro de contar con vos...Monseñor.
-Para lo que quieras -respondió, un tanto apurado- ahora, si me disculpas... me gustaría terminar con lo que estaba haciendo.
Me levanté de la silla como si hubiera un resorte en ella.
-Por supuesto, por supuesto-dejé la copa sobre la mesa-.Excelente vino, Monseñor Joseppe.
-Gracias, está bien servirle un buen vino a un gran amante de éstos, Lucius.
¿Tanto se notaba? Quiero decir, acabarían llamándome borracho.
-¡Dios le bendiga!-dije, a modo de despedida.
-Igualmente -respondió él, cerrando la puerta tras de mí tan rápidamente que tuve que saltar hacia delante antes de que me diera un golpe.
Si saqué alguna conclusión de esas últimas frases...Preferí olvidarla. Por mi propio equilibrio y tranquilidad.
Decidí salir a dar un paseo por los alrededores. Si alguien preguntaba, estaría "buscando" a algún cardenal ocioso.
Hablando del Rey de Roma...
Allí estaba ese Gin.
Puse los ojos en blanco.
Cuando antes empiece, antes acabaré, supongo...
...Dios mío, dame paciencia...
Eché a caminar hacia el cardenal con una sonrisa amable en los labios.
//Out// Gracias a Nep por rolear conmigo! XDDD Joseppe hasta parecia buena persona y todo!! XDD Y...e... si alguien mas quiere unirse y no le apaetece rolear...que diga que me aparezco y le digo todo eso, mas o menos, ok^^? Aunque yo estaria encantada de rolear ^^//Out//
Kaori empezó su búsqueda a las 6:24 p. m.
