Malditos herejes… no se contentan con robar en el vaticano, además de eso divulgan la información...
Aunque ese acto, me parece un tanto estúpido, el hereje que había encontrado el documento podría haberse callado la información y así no tener competencia, pero probablemente adivinó mis intenciones, era obvió que YO, el representante de nuestro señor Jesucristo, iba a tomar medidas, todas las necesarias para acallar los rumores…
Había recibido una visita recientemente, una mujer, conocida mía, era muy devota, desde que la conocía me había demostrado su devoción hacia nuestro señor en incontables ocasiones, había conseguido llegar a ser la Madre superiora del convento en el que estaba.
Y de golpe se presenta ante mí, facilité el papeleo cuando me dijeron de quien se trataba, de lo contrario, hubiera tardado semanas en conseguir una audiencia conmigo.
Solicitó entrar en la Inquisición…
¿Una mujer?
La iglesia siempre ha sido muy reacia a la hora de otorgar puestos de importancia alas mujeres, sin embargo, consideré que la devoción de Catherine debía ser recompensada, así que aprobé su solicitud.
Más tarde hice llamar a Lucius, para que me informara sobre como iba la misión que le había encargado.
Alguien tocó dos veces a la puerta, pesada y lentamente.
-Pasa Lucius.-contesté.
Mi camarlengo entró, mirándome con curiosidad...y también algo de cansancio.
-¿Me habéis mandado llamar, Su Santidad?
-Así es...-entrelacé las manos.-¿Qué tal la recolecta de miembros?-dije con algo de humor, extraño en mi.
-Bueno...-tardó en contestar-.Ha pasado muy poco tiempo aún, Su Santidad...-se excusó.
Suspiré.
-Esta bien, esta bien...-dije.-Yo tengo un miembro.
-¿De veras? ¡Maravilloso!
-La madre Catherine.-la mandé a que te buscara, para que la pongas al día.
-¡Ah...!-se mostró confuso-.Creí que sólo los Cardenales o los miembros de la Inquisición...
-Se la vio muy interesada.. Así que he decidido cederle un puesto entre este mundo de hermanos.-contesté.
Lucius sonrió desconcertado.
-Seguro que su fe nos será de gran ayuda...
-No albergo duda alguna,.he de pedirte que la trates como a uno mas.-luego me miró fijamente.-¿Algún nuevo miembro por tu parte Lucius?
-Monseñor Joseppe y Monseñor Gin, por lo pronto, Su Santidad-respondió rápidamente.
-Me parece muy buena lo de Joseppe.-asentí.-Y Gin… Ese hermano mio cabezaloca.. seguro que hará un buen papel.
-Seguro que sí...-aseveró Lucius, sonriendo de un forma un tanto tensa.
-Y además... tenemos a Crowley y a aquella otra mujer... Aldora.-dije pausadamente.
-Admirable. Pronto tendremos esta situación bajo control.
-Eso espero…
Miré a Lucius.
-Puedes marcharte ya. Y tómate el día libre, se te ve exhausto.-comenté.
El camarlengo sonrió de oreja a oreja al oír esto. Se apresuró a besarme el anillo.
-¡Muchas gracias, Su Santidad! ¡Dios os bendiga!-farfulló, antes de salir como una exhalación.
Sonreí para mis adentros.
Luego volví mi atención a unos documentos que tenía sobre la mesa.
Aún no he recibido noticias de la señorita Chibike... si en una semana no me manda ningún mensaje haré que le manden uno, no vaya a ser que le haya surgido algún contra tiempo.
*OUT* Gracias a Kaori por la ayudaa vamos reclutando miembrooos(8) muajaja preparaos aventureross ke voy a por vosotros muajajaja **se santigua** esto.. pues nada jejeje chibikje espero noticias tuyass ;) *OUT*
Sobrina empezó su búsqueda a las 4:38 p. m.
