
Un día más que pasa, no sabía cuándo sería el último día que acabaría contando, los dibujos iban creciendo por mi cuerpo, la maldición se iba extendiendo lentamente y no era capaz de saber cuándo llegaría mi fin. Pero no iba a morir tan fácilmente, no sin hacer antes algo que volviera a rectificar lo que es ahora la Iglesia católica. El poder y el dinero estaba corrompiendo a muchos clérigos, se habían olvidado de lo que realmente era importante y eso era conseguir el bienestar de todos nuestros hermanos cristianos y perdonar a los herejes.
Pero por suerte en la pequeña iglesia de Juan Bautista de los Rosales y algunas otras pocas aún eran pobres y daban todas sus riquezas a la gente pobre que en verdad lo necesitaban. Decidí salir a dar un paseo por las calles como todas las mañanas para ver si había alguna novedad desde el vaticano y habían decidido limpiar su alma ofreciendo todas sus riquezas al prójimo.
Pero la situación seguía igual o incluso peor, soldados mandados desde el vaticano explotando a familias pobres y quemando sus casas, eso era ya algo que no podía permitir.
- Paren ya esta atrocidad, en nombre de Dios – dije con un tono autoritario.
- Estos herejes, se han negado a pagar sus impuestos, no se meten donde no le llaman padre – dijo uno de los soldados.
- Esta no es la forma correcta para tratarles, quemándoles su hogar, no recordáis que significa el perdón.
- El perdón no se les puede tratar sobre estas ratas – dijo amenazante otro de los guardias.
- Pues lo siento mucho pero esta zona esta cuidada por mi iglesia y no permitiré tales brutalidades – dije mientras levantaba mi mano izquierda y hacia congelar las llamas que quemaban las casas.
- Muy bien, por hoy pararemos, pero esta insubordinación será sabida por el Papa.
- Pues que así sea.
Los soldados se fueron de inmediato, y pude acabar de apagar las llamas dejando los mínimos daños posibles a la casa.
- Oh padre, muchas gracias por su ayuda, la casa es lo único que nos queda y usted nos ha salvado.
- No se merecen hijo mío, no puedo permitir que la iglesia actué de tal forma.
- Eso será por los rumores que andan sueltos de que han entrado a robar en el Vaticano.
- Como has dicho hijo mío – dije sorprendido al escuchar sus palabras. ¿Y se sabe que ha sido lo que han robado?
- Se dicen que son unos papeles que hablan sobre el Santo Grial.
- El Santo Grial has dicho – no puede evitar que se me iluminaran los ojos. Hijos míos procuren de no hablar mucho sobre ese tema, estoy seguro que harán lo posible por que lo sepa la menos gente posible y usando los métodos que les sea necesarios.
- Si padre y baya con dios.
- Vosotros también hijos míos.
Después de enterarme de tal noticia me dirigí de vuelta a la Iglesia a reflexionar un poco sobre el tema. El santo grial, creía que era una leyenda, la sangre de Cristo, que otorgará a aquel que la beba lo que deseé, con ello podría curarme de mi maldición. Pero que el vaticano tuviera tal información no es nada bueno, con la codicia que hay extendida por allí, eso hará que surja el caos o quien sabe una guerra por conseguirlo.
*OUT* Primer post de crowley, eso es antes de que aparezca Aldora. Luego cuando vuelva Maron ya haré el siguiente. *OUT*
Anónimo empezó su búsqueda a las 7:28 p. m.