Ya había pasado un año después de la muerte de Bell y había estado dando vueltas por todo el mundo en busca de información sobre el Santo Grial, pero no había encontrado nada ni una mísera pista de él. Ni tampoco sabía nada de los bandidos que mataron a Bell, juré sobre su tumba que los mataría. Y allí me encontraba, de nueva en Roma, el lugar de donde precedían todas mis pesadillas, el lugar en el que me quitaron lo más preciado en mi vida.

Entré en una posada en la que frecuentaban bastantes caza recompensas y caza tesoros para ver si era capaz de encontrar alguna pista sobre el santo grial, la más mínima ya me sería suficiente.

Me senté en la barra y le pedí al barman que me sirviera un Wisky, necesitaba algo fuerte para despejar mi mente. Mientras me tomaba mi copa escuche hablar a dos caza recompensas

- Has escuchado han entrado a robar en el Vaticano.

- Si es cierto, dicen que han robado unos informes muy importantes.

- Si unos que hablan sobre el Santo Grial.

- ¿Pero no decían que era una leyendo?

- No lo sé , pero están movilizándose mucho por lo que he escuchado.

Bingo, eso es lo que yo buscaba, así que el Vaticano tenía todas mis respuestas. Y pensar que hace unos años entré yo a robarles un relicario y resulta que tenían algo más interesante. Pues entonces la búsqueda del Santo Grial será algo mucho más complicada de lo que me pensaba estando el Vaticano detrás y con los rumores que hay sueltos por la calle. Al final resultará divertido y todo, y quien sabe igual esos bandidos también andan detrás de él.

Ahora que estaba un poco mejor de humor, era el momento de hacer la cosa más difícil de todas las que podía hacer. Visitar la tumba de Bell, me prometí que no volvería hasta que no encontrará el Santo Grial, pero por lo visto el destino me hizo volver a aquí para encontrar la pista sobre este, y para poder visitarla una vez más.

Cogí un lirio blanco su flor favorita y con coraje me dirigí hacía su tumba, deseaba quitarme la vida y poder estar a su lado, pero tenía aún una oportunidad de poder recuperarla y si no lo logrará entonces sí que me la quitaría.

-Bell soy yo Asloth, perdona por haber sido tan cobarde y no presentarme antes, pero necesitaba buscar el santo grial para poder salvarte y ahora tengo una pista que no dudaré en seguir para encontrarlo.