Primero yo estaba dando un inocente y libre-de-pecado-pero-lleno-de-pereza paseo por la plaza, sin ganas de buscar a más sacerdotes que me tocaban los nervios.
Y luego me encontré a aquella muchachita...que resultó ser la Madre Catherine.
Eso era bueno, porque me ayudaba a completar mi misión. Pero en realidad era muy malo, ya que Catherine no era una vieja amargada sino...sino...
En resumen, me costaba mantener la vista en sus ojos y que no descendiera a... a... ejem. Dios os bendiga.
¿Me está tocando?
¡Gracias, Dios mío!
Quiero decir...¡No! ¡El pecado! ¡Piensa en el castigo por la lujuria!
...
Olvidé cual era. La verdad es que no leo mucho la Biblia...Aunque es un bonito adorno de escritorio.
-Lo que digáis, Madre...-repetí, hipnotizado por su cercana presencia.
Y se acercó un poco más (demasiado, diría yo).
-¡Oh! lo siento-
¡Esto es injusto! Quiero decir, ¿tenía que ser una Madre Superiora?
¿Tenía que ser en medio del Vaticano?
Entonces la figura de Augusto excomulgando a un Cardenal por simplemente dudar de él me golpeó con fuerza. Retrocedí un poco.
-Está bien, madre-dije intentando sonreír conciliadoramente.
La Madre Catherine de alejó también de mí, no sin antes...¿acariciar mi hombro? Lo sentí como una caricia, al menos.
Augusto se esfumó de mi mente como por arte de magia.
-Bueno creo que está siendo hora de comer, no le parece?-
-¿Ah?-me desperté de golpe-.Bueno, la comida se sirve a una hora determinada...
-Yo estaba pensando en ir fuera, -pausó un segundo- pero estará bien- sonrió divertida.
¿Fuera?
¡Ah sí! ¡Fuera del Vaticano!
Bien lejos de Su Santidad...
-¡Da la casualidad de que conozco una buena taberna!-me ofrecí al instante.
-¿Sí?, bueno, -se miró la vestimenta...más me hubiera valido no comentar nada sobre ella...- le sigo, Lucius -dijo felizmente.
...
-Y esa es la vida en el Vaticano...más o menos-partí un trozo de pan mientras acababa de contar la "entretenida vida" de un camarlengo.
-Oh, bueno, al menos vives bien- suspiró- yo -troceó un pedazo de pan- tengo que considerar ese... voto de pobreza. a pesar de que mi familia sea rica.
La miré con curiosidad.
-¿Por qué, si era rica?-tragué saliva, sorprendido de mis palabras-¡Quiero decir...por la fé, por supuesto!
-Sí, obviamente- rió con nerviosismo
La observé un buen rato, incrédulo.
Juraría que esa risa educada es idéntica a la mía...
-Esto...¿Madre?-bajé la voz y le di un aire confidencial.
-Dígame -respondió mientras jugaba con un tenedor-
-Tanta fe, todo el tiempo...Está bien para los ancianos ¿Verdad?-pregunté rápidamente, y cerré los ojos con fuerza.
Ahora me gritará pecador y saldrá corriendo, imagino...
-Mh, exactamente -tiró el tenedor sobre su plato y sonrió de manera insinuante- ¿qué es lo que está tratando de decir?-
...Eso no era exactamente lo que me esperaba...
-Eeh...-la miré confuso-.Bueno, yo...
-¿Si?- se acercó.
Me llevé una mano al cabello.
-Pienso que estaría bien tener a alguien con quien ir a beber algo de vez en cuando, y que no estuviera todo el rato pensando en rezar-me reí nervioso.
-¿Rezar? ¿Qué es eso? -me susurró al oído en un tono divertido-
Abrí mucho los ojos. Se me presentaron varias posibilidades:
1. Esto era una prueba de Augusto, e iba a salir de detrás de aquella columna y cortarme la cabeza.
2. Esta no era la Madre Catherine, sino un súcubo y...en fin...
3. ¡Esto era cierto, y mi día de suerte!
-Madre Catherine-risa inmadura-.Quizás deberíamos volver al Vaticano...
Intenté recordar la cara de Augusto, pero ahora mismo estaba bastante borrosa en mi memoria...
-Oh, bueno -dijo no muy convencida- primero iré a buscar mi hábito- y pasó una mano sobre su pecho, rozándo el rosario que llevaba colgado al cuello.
Mis ojos se desviaron rápidamente hasta su...rosario, por supuesto.
Me enjugué el sudor con mi pañuelo (y también aproveché para pensar).
Si encuentro una buena excusa para dejar pasar esta oportunidad...
-¡La misa de la tarde!-exclamé-.Llegaremos tarde, Madre Catherine.
-Oh es cierto, ¡qué distraída soy!. -se levantó- Iré a por mi hábito y le alcanzaré en la misa. -sonrió despreocupadamente-.Dios lo bendiga Lucius.
La miré unos segundos más y luego salí corriendo de allí.
¡La oportunidad de mi vida...!
Soy estúpido...Pero al menos no podrán acusarme de nada...
Soy...puro. Cough.
¡Y por supuesto que no acudí a la misa de la tarde...!
Me pasé ese tiempo sumergido hasta la altura de la nariz en una tina de agua bien helada.
-Mme odio a-a mí-mi-mismo-murmuré tiritando.
//Out// Ayyy que divertido florr XDDDDDDDD aunque seguro que quedo muy largo sorrryyy XDDD pero fue MUY divertido escribir estooo XDDD! //Out//
Kaori empezó su búsqueda a las 4:13 a. m.
