Era la mañana siguiente de mi vuelta al vaticano… enseguida corrió la voz… la ejecutarían mañana mismo… Su Santidad así lo decidió… A decir verdad.. todo ello era de esperar…
Oh… querido hermano…¿dónde ha ido tu compresión?... En que te estas transformando….
Demasiadas ideas pasaban por mi cabeza… así que decidí ir a dar un paseo… poco después en medio de mi paseo para serenizarme empecé a oír alboroto a las puertas del vaticano, y varios guardias alli asi que decidí ir a ver. Eran un par de jóvenes protestando por el reciente anuncio de la ejecución de Rosalyn Delarusso… seguramente familiares… Al principio mire de lejos… al ver que los guardias empezaron a usar la fuerza bruta decidí intervenir…Hable con ellos un rato…decidí hacer lo que nunca me vi capaz de hacer… lo haría, sacaría a esa chica aunque ello me conllevara a desobedecer las ordenes de Augusto, pero seguia confundido…¿sería capaz de hacerlo?
Tras hablar con aquellos jóvenes volví a mis aposentos, cada vez eran mas las dudas que me inundaban… Todo era tan complicado… aquella chica…se la veía tan inocente…
Paso el rato.. estuve en tranquilidad acosado en micaza… pero llego el momento… el momento en que acorde que la ayudaría. Estaba decidido, quizá fuera pecar, fuera ir en contra de mi Santo hermano… pero no podían quedar así las cosas…
Cogí mi vara… salí de mis aposentos decidido… cuando.. me encontré de frente con Gin. Tenía una mirada muy extraña, parecía estar martirizado por algo. ¿Él preocupándose por algo?
Levantó la mirada y me miró a los ojos, los cuales entrecerró poco después.
Yo me sobresalte de encontrarlo de repente cara a cara con el dejando ir un pequeño chillido, luego suspire.
- Por dios Gin… ¡me asustaste!- dije aliviado al comprobar que era el… luego arquee la ceja mirándole extrañamente-…¿Gin?- pregunte dándole a entender un “ ¿que sucede?”
-...-No respondió, simplemente levantó la mirada.
Desvié la mirada evitando interrogación alguna por su parte. E intente escabullirme de la situación pero pare en medio e la huida, no era normal ver a Gin así, entonces me quede donde estaba volviéndole a fijamente intentando poner la cara tierna de siempre.
- Di...- le dije dulcemente al ver su expresión, para que me contara lo que quisiera.
-... yo...-agachó la cabeza. Sin embargo, luego la volvió a levantar.- ¿Piensas ayudarla... verdad?
Calle.
Si Gin si voy a ayudarla pero… pero eso es pecar… yo…
-…eso seria ir en contra de las ordenes de nuestro he… de Su sSantidad-dije decaído.
-... Pero aún así piensas hacerlo.
Decididamente si, lo haría. Gin… lo siento
-Entenderé que quieras decírselo a Augusto...- pause unos instantes.- pero no creo que se alo que quieres hacer
-....-Miró hacia otro lugar, estaba excesivamente serio.- ... te ayudaré...
Realmente, sabía que Gin, aun tratándose de Augusto, nuestro hermano, no iba a delatarme, sabía que nunca haría eso... pero... esa reacción por su parte nunca la hubiese esperado.
Me sorprendió.
-Que me....-pare mi sorpresa- NO.- le negué.-
-Sí.-Agachó la cabeza.- voy a ayudarte.
-No, no quiero, no TE DEJO que me ayudes.-desvié la mirada.
Si tienen que condenar a alguien, no me gustaría que ese fuera Gin.
-Pero yo sí que quiero hacerlo. Kyle... déjame hacerlo.
- Entiéndelo, por esto pueden condenarte a ocupar su lugar, no quiero k corras ese riesgo, ¿entendiste?- dije algo severo
-No me van a condenar y si lo hacen... no me importa.-Levantó la mirada.- Pero si no te ayudara, luego.... no sería capaz de perdonarme. Así que no preguntes, solo déjame hacerlo.
Estaba decidido y por mucho que me doliera no podía hacer nada por proteger a mi hermano de aquella situación si el quería yo no era nadie para impedirle nada.
- Gin... solo dime...¿Por qué?
-... No... no entiendo ni yo lo que pasa...-se llevó la mano a la cabeza.- Pero no puedo permitir que muera. ¡Ella no puede morir...! ... es extraño... que yo diga algo así.
- No pensabas lo mismo cuando la capturamos... ni pensabas lo mismo de toda esa gente que as visto y disfrutado viéndola arder en la hoguera...
-... Ella es diferente...
Abrí mucho loas ojos parpadee e y mire a Gin perplejo.
- Te has enamorado de una desconocida..además hereje y adem... simplemente… ¿te has enamorado?- dije en tono burlón.-
De golpe abrió los ojos con fuerza, acto segundo abrió la boca para responder, luego la cerró. Cerró los ojos con fuerza, sacudió la cabeza, para luego volver a abrir los ojos y mirarme con cierto rubor. Poco después se giró bruscamente, cruzándose de brazos y negando con la cabeza.
Reí a su reacción.
-¿¡TE HAS VUELTO ESTÚPIDO!?-Vociferó.- ¡¡¡¡YO NO ME ENAMORO!!!! ... no digas tonterías, Kyle.. Cualquiera que te oyera...
-Ay, ¡Eras la última persona que me imagine enamorada!- seguí con mis especulaciones
-¡¡¡Que no lo estoy!!!-Espetó.- ¡Si tanto me conoces deberías saber que eso es una estupidez!
- Si… eso pensaba- sonreí- Enamorarse, no es pecar- afirme- Y…esta bien, te dejo que me ayudes...-suspire- Escúchame bien...- proseguí.- voy a ir a coger las llaves de la mazmorra, se las daré y le indicare donde hay un camino un pasadizo secreto al fondo de las mazmorras que sale al exterior... sabes la salida , ¿cierto?.
-Sí.-Asintió mientras me miraba fijamente.
-Allí, la están esperando dos jóvenes, sus primos que antes hable con ellos, primero quédate aquí, vigila que nadie viene, y en un cuarto de hora más o menos dirígete hacia allí y ayúdales a los tres. Se que te pido una responsabilidad muy grande, pero es más normal que salgas tu de aquí que yo…. en un principio yo mismo iba a acompañarles a un lugar seguro, pero eso levantaría mucho más las sospechas de Augusto... por eso seria mejor que tu los sacaras de aquí... los escoltaras y los cubrirás...
-... De acuerdo.-asintió nuevamente
- …¿Realmente estas seguro?-enternecí mi mirada.
-Sí.-estaba muy seguro
Luego le abracé fuertemente hacia mi, realmente si algo le pasaba yo….
- Mucha suerte… yo te cubriré… y te protegeré…El abrazo fue correspondido…luego cada uno siguió su camino en su parte de la misión.
Tras dicho encuentro me dirigí apresudaramente a las mazmorras vigilando no ser descubierto, escondiéndome como un simple ladrón o un fugitivo.
Finalmente llegué.
Entre en la mazmorra, por suerte no había nadie, ya me quedaba menos para salvar a aquella jovencita… rebusque en el cajón del carcelero…
¡¿Dónde demonios estan las llaves?!
Me estaba poniendo nervioso y para “mejorar” aún mas la situación…oí como alguien entraba…no me dio tiempo a reaccionar ya estaba ahí de pie de brazos cruzados mirándome.
-Ah, Dios os bendiga, cardenal Kyle-sonrió Lucius.
Me aparte disimuladamente y algo sorprendido del cajón dejando mis manos tras de mi inocentemente.
- Oh, L…Lucius…- me reverencié y le dedique mi ya típica sonrisa- ¿Cómo tú por aquí?
-Podría haceros la misma pregunta, Cardenal...
- Ah...es que...creí...-calle..-
Mentir era pecado...¿recuerdas Kyle?
- Ya me iba...-baje la mirada y cogí mi vara...
¿Pero que estoy haciendo? perfectamente puedo usar mi poder convencer a Lucius de que me deje estar...pero claro... eso no deja de ser una mentira ..y un pecado....
-Yo venía a dejar el llavero de la mazmorra en el que encerré a la joven hereje que vos atrapasteis...-era curioso como su tono de voz se volví un poco cínico-¿Y fue muy difícil atrapar a la chiquilla?
Apreté un poco los puños a mi vara, me daba tanta rabia tenerlo tan fácil y no hacer nada por ello… pero simplemente me límite a sonreír y contestar.
- No… bueno…de hecho cuando llegamos ya la tenían atrapada, pero ella no opuso resistencia alguna…-suspiré- Ahora me alegro de haber ido… Gin quería matarla al acto y eso a Augusto le hubiese molestado…
-Así es. Ahora Su Santidad está satisfecho-en sus ojos vi algo de rencor.
Se acercó a dejar las llaves en su sitio, pero dudó.
No le miré a la cara, solo le hable.
- Acaso…¿no estas de acuerdo con esto?- mi tono era muchísimo mas serio de lo normal, este tema me importaba.-
-¡No te confundas!-susurró, un poco nervioso-.Es sólo que me parece demasiado joven para morir.
Le miré directamente a los ojos.
-Así que… solo “es demasiado joven”…- sonreí- tus ojos te delatan.
Me miró, molesto, luego desvió la mirada.
-Escucha...-se lo pensó un poco, pero al final dijo mi nombre de pila- Kyle, fui yo quien tuvo que llevarla hasta la mazmorra y encerrarla, incluso sugerir que fuese quemada en la hoguera. Augusto duda de mí, ¡y no tengo intención de poner en juego mi cargo d camarlengo! Lo que mis ojos digan...no importa.
Le mire algo apenado.
- Lucius…- le tomé de los hombros- amo a mi hermano, es sangre de mi sangre, y una de las personas mas importantes para mi pero…- entristecí la minada y dije severo- odio lo que está haciendo.
Quise darle a entender a Lucius, que el no era el único, no era el único que dudaba, que entendía su posición y su miedo por perder su puesto…,al fin y al cabo somos personas…
-Te equivocas conmigo-Lucius me ofreció las llaves, pero frunció el ceño como si fuera a arrepentirse en cualquier momento-. Me parece bien como actúa Augusto. Es sólo esta vez que dudo...No volverá a pasar.
- ¿Las llaves? - sonreí- ¿Acaso te las pedí?
Se alejó de mí bruscamente.
-Las guardaré, entonces-murmuró.
Sonreí nuevamente a Lucius y con la vara las tomé hacia mi antes de que las guardara.
- ¿Estás seguro de lo que haces Lucius? A mí no me importa que me destierren o morir por una causa justa… pero… ¿y tu? - realmente sabía que bajo esa carcasa de hombre duro, había una persona admirable.
Él ya se alejaba hacia la puerta.
-¿Yo? No he hecho nada. Ni siquiera estoy aquí, y ya me iba.
Se me escapo una risa.
- Dios te bendiga por siempre, Lucius…
Se volvió, sonriendo también.
-Gracias, Kyle. A ti también. –dijo sonriéndome, por primera vez sinceramente.
A ti Lucius, por entender mis sentimientos y mi razón de hacer esto, MIL GRACIAS.
Y salió de allí en un abrir y cerrar de ojos.
Vamos a acabar con esto….
Me gire decidido mirando la puerta que daba a las celdas tras un leve suspiro avance decidido, espérame joven Rosalyn, yo…te sacare de ahí….
Aquel lugar era espeluznante, no solía visitar las celdas, al estar entre esas paredes sentía el miedo a morir de todas las personas que habían pasado ahí sus ultimas horas… personas cuyas vidas fueron arrebatadas…seguramente muchas por mi culpa… asesino de tantas personas…
Absorto en mis pensamientos llegué al fin a la celda donde ella se encontraba. Rosalyn estaba acurrucada en una esquina, dejando libre el banco de madera, el pelo le cubría la cara manchada levemente de sangre, la joven se abrazada las rodillas mirando el suelo. Al oírme levantó la cabeza para mirarme.
-Dios mío… Rosalyn…- en tan solo un día su aspecto se veía realmente deteriorado.
-¿Ha venido para que me confiese o algo así?-comentó ella mirándome.
Mi rostro dibujaba una expresión total de tristeza, pobre niña..
- No, tu no crees en dios creo recordar…-agarre un barrote de la celda, aún estando decidido a ello…aún habiéndoselo prometido a Gin… aún sabiendo que contaba con ello…aún saviendo que sus primos la esperavan con ansias...seguía pensando… en que era una traición hacia LuciusAugusto y seguía dudando.
-Se equivoca... no creo en su dios... pero si en el mío.-dijo ella agachando la cabeza.-Pero puede marcharse.. no me arrepiento de mis pecados.
- No creo que tu hayas pecado.- hubo un leve silencio.- No creo que haya un dios ni nuestro ni vuestro, tampoco creo que dios desee lo que la inquisición esta haciendo, el dios que yo conozco vela por su gente y por el bienestar del pueblo, yo creo en ese dios, para todos es el mismo...-silencie de nuevo unos instantes.-…que la iglesia lo mancille no significa que "nuestro dios sea malo" dios para todos es el mismo... es una fuerza en la que necesitamos creer y en la que nos aferramos... es una fuerza que esta ahí para ayudarnos a pasar los malos momentos... pero dios no salva, dios no castiga, eso lo hacemos los hombres...Lo siento mucho Rosalyn- no sabia como expresarle mis disculpas, como excusarme por el comportamiento que había aportado la inquisición... como excusarme de que no éramos mas que unos vulgares asesinos.
-Habla como un hereje.. si su hermano le escucha...
- Tampoco creo que los herejes existan-me aferré con la otra mano a otro barrote y agache quedado a su altura.- creo que los verdaderos herejes, son los que matan sin piedad, sin razón alguna, o los que no hacen nada por evitarlo...- la mire intentando esbozar una sonrisa- Aún sabiendo que mis hermanos lo son, Augusto es el que lleva todo, Gin ama matar... y yo no mucho mejor que ellos, incluso peor... no ago nada por evitarlo... gente como nosotros, somos los verdaderos herejes.
Ella me miró sorprendida por mis palabras.
-¿A que a venido cardenal Flowright?
- A intentar evitarlo esta vez.- me levante y dirigí hacia la puerta de la celda serenamente.
-No entiendo...-dijo ella
Abrí la puerta, cuidadosamente, sin hacer ruido y entre.
Ella se levantó apresuradamente y se echo hacia atrás hasta darse con la pared del fondo de la celda.
-¿Que hace?
Le hice una leve reverencia y le ofrecí mi mano.
- No tengas miedo- la mire- confía en mi...- sonreí.- y no me trates de usted, no soy nadie respetable teniendo en cuenta lo que te acabo de decir.
Ella me miro desconfiada, poco a poco acerco su mano a la mia pero antes de cogerla se paro en seco y me miró a los ojos, asentí con la cabeza y entonces ella me la cogió.
Avance con ella sacándola de la celda, sin soltarla de la mano, tenía miedo de que al soltarla no pudiera protegerla del lugar y la situación en la que se encontraba.
- Mi deseo, es que seas libre. - dejé la puerta abierta expresamente.
-Pero.. pero...
- Simplemente comprende que... tengo un hermano de tu misma edad, no has hecho nada malo... es normal que quiera proteger a alguien de la misma edad que mi hermano
-Es usted.. un buen hombre cardenal...
Le mire tiernamente agradeciéndole el cumplido, luego continué hacia el pasaje secreto, una vez frente a la pared pare.
- Aquí es...
Rosalyn tocó con un dedo la pared.
-Esto... ¿le doy patadas o algo?
La mire confundido, luego reí levemente.
- No... es un pasadizo secreto... pero antes escúchame-la cojí de los hombros y me puse serio.-
Ella guardó silencio esperando a que hablara.
- Tu fuga puede ser algo difícil, pronto correrá la voz y toda la inquisición estará enterada y tras tu pista, intentare incubrirla pero dudo que se tarde mucho en descubrir el pastel.- suspiré.- No soy el único que ha querido ayudarte en esto, Lucius me facilito las llaves.... y Gin..- apreté con algo más de fuerza sus hombros.
-Gin....-susurró ella bajando la mirada.
- Yo mismo iba a escoltarte, pero no suelo salir del vaticano, el será el que te acompañe- sonreí.- Cuidara de ti y no dejara que te hagan nada, confía en el se que a ti no va a hacerte daño, ni dejara que nadie te lo haga.
Ella abrió mucho los ojos.
-Gin... ¿va a venir conmigo?
Asentí.
-El acertó que iba a ayudarte, y me pidió colaborar, al principio me negué por que no quería que el se viera envuelto en una traición hacia Augusto... pero realmente creo que te aprecia y quiso hacer algo pro ti- sonreí tiernamente.-
Juraría que Roslayn se sonrojó, luego frunció el ceño y me miró severamente.
-Volvamos a mi celda...
-No solo el te acompañara, hai dos personas ahí fuera realmente preocupadas por ti, una chiquilla y un joven de tu edad.- dije intentando que negara esa actitud.-
-Sienna...-agachó la cabeza- y Jill...-me miró y negó con la cabeza cerrando lso ojos.-No puedo permitir que tanta gente se ponga en peligro por mi culpa, El camarlengo Lucius, mis primos, usted... Gin... No puedo, no es justo.
Me quede sin palabras, desvié la mirada, luego estreche entre mis brazos a aquella niña confundida.
- Nosotros hemos elegido estar aquí por ti, nosotros queremos que te salves... hay gente que te necesita, tus primos...tu hermano...Gin... ninguno nos perdonaríamos que acabaras ejecutada...todos sabemos el riesgo que corremos y estamos dispuesto a pasarlo por ti... si lo rechazas...estas rechazando a esas personas...
-Pero... ¿porque yo cardenal Flowright? Usted, el camarlengo Lucius y Gin no me conocen... ¿porque arriesgan sus vidas?
-¿Hace falta una razón para ayudar a alguien?- sonreí.- Además, todos vemos una buena persona en ti, tus ojos radian de bondad.
Rosalyn agachó la cabeza y pude ver como las lágrimas brotaban de sus ojos.
La estreche más hacia mi y luego la separe agachándome hacia ella y pasándole un dedo por la cara limpiando sus lágrimas.
- No debes llorar Rosalyn, debes alegrarte de poder seguir viva- sonreí de nuevo tiernamente, era una chica tan dulce...
-Gracias...Kyle.-dijo ella mirándome a los ojos.
Le atuse suavemente el pelo sonriendo aún.
- Solo voy a pedirte una última cosa aparte de que sigas sobreviviendo.
-Lo que sea..
En mi rostro se dibujo una expresión melancólica.
-...cuida de Gin...se que el...lo hará de ti- sonreí nuevamente intentando ocultar la tristeza de que mi hermano partiera y se viera envuelto en todo, pero era su dedición y yo, debía respetarla.
-Lo haré...-aseguró.
-Gracias...- dije mientras me apartaba y tocaba ciertas rocas de la pared haciendo que esta se abriera.
Ella miró el pasillo.
-Nunca olvidaré lo que has hecho por mi Kyle...-se acercó y me besó la mejilla.-Gracias a ti.-dijo antes de echar a correr a través del largo y oscuro pasadizo.
- ¡Al final del pasillo ay una roca marcada!...¡Tócala y se abrirá la salida!...- dije mientras aún podía verla mirando como se alejaba.- Suerte Rosalyn....mucha suerte a los cuatro...- toqué una piedra cerrando el pasillo.
Todos los problemas...acababan de empezar ahora..
**OUT** SIIIIII!!! Por fin se puede continuar el RPG!!! Por fin Kyle posteoo!! SOYS LIBRESS!!! YA NO DEPENDEIS DE MIIII!!! MUAHAHAHAHA (los que dependíais xDU) En fin es post Biblia por que son 6 páginas de Word…pero…. Como el de Sienna, son spot “clave” así que espero que me lo perdonéis….¿no? xDDDDDDDDDDD Enga sus kerooo! Mil gracias aaaa Gin por ser tan rico y ser traidor junto a mi :D!!! a Lucius por ser traidor en las sombras…y a Rosy por dejarse liberar *^*!!!!!!!!!!!!!!! OS AMO!!!*OUT*
Akinomy empezó su búsqueda a las 1:56 a. m.
