Allí estaba de nuevo, en aquella celda. Atrapada. Y la cuenta atrás se acercaba. Veía como los minutos se iban escapándose de mi vida, como iba quemando las pocas gotas de vida que me quedaban.
Hermano… no he podido salvarte… lo siento, lo siento con toda mi alma.
Me secaba unas lágrimas con la manga de mi blusa cuando aparecieron dos guardias.
-Hola pequeña hereje.-Dijo uno de ellos.-Te traemos papel y tinta, tal y como solicitaste.
-Gracias.-musité.
-Pero… no creerás que te la vamos a dar porque sí ¿verdad?-dijo el otro con una maliciosa sonrisa en el rostro.
-¿Qué?-pregunté mirándoles.
-Antes deberás hacer algo por nosotros…-dijo el otro.
-Pe.. pero…
Comenzaron a golpearme.
-¡¡Parad!! ¡¡Por.. por favor!!
Sin embargo ellos no cesaron, me dieron patadas, bofetadas, puñetazos… hasta que perdí la conciencia.
No fue durante mucho rato sin embargo, porque poco después aquellos mismos guardias me despertaron y uno de ellos me cogió de las muñecas mientras el otro se acercaba despacio hacia mí.
-¿Qué.. que están haciendo?-pregunté aterrada.
-Si vas a ir a la hoguera… ¿Qué mas te da llevarte también el pecado de la lujuria?-comentó el que me agarraba a mi oído mientras el otro comenzaba a tocarme.
-Espera ¡¡No me toque!!
Mis gritos se oían en todas las mazmorras pero nadie vino en mi auxilio.
-¡¡No!! ¡¡NO!!
…….
Cuando los dos guardias se marcharon, yo yacía en el suelo con la ropa algo desgarrada y el cuerpo amoratado. Pero no me importó. ¿Qué podía haber más doloroso en el mundo que haber fracasado en mi misión y, por lo tanto, haber condenado a mi pobre hermano pequeño a la muerte?
Me incorporé y me quedé apoyada en la pared, con las piernas recogidas. Alargué el brazo para coger el papel y la tinta y comencé a escribir:
“Querido Gin:
Seguramente después de lo que te dije el otro día no querrás saber nada de mí, pero ahora que estoy muerta.. quiero que sepas que fui sncera contigo en todo momento… Bueno, menos en nuestra última conversación.
Sólo quiero que sepas, que si te dije que no me importabas fue únicamente porque no quería que arriesgaras tu vida para volver a salvarme, después de todo, no es justo que traiciones a tu hermano por una simple hereje como yo.
Te amo, te amé desde nuestra primera conversación, en la celda en la que ahora vuelvo a estar. Sólo quería que lo supieras, espero que todo el rencor que tengas ahora, no sea suficiente como para odiarme toda la vida, pues si de verdad dios existe te estaré esperando en el cielo, para seguir amándote por toda la eternidad.
Siempre tuya,
Rosalyn”
Cuando acabé, enrollé el pergamino y lo até con una cinta de mi propio pelo y esperé a que apareciera alguien para llevárselo.
Sólo quedaban unas horas para que vinieran a llevárseme hacia la hoguera…
*OUT* ¿Último Post de Rosalyn? Espero que os haya gustado n.n *OUT*
Maron empezó su búsqueda a las 12:36 a. m.
