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x A mi Germaneta Lorena por ayudarme con el diseño y blogger y ayudarme a no dejar esto abandonado.
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x Y a todos los que seguís participando en el RPG,

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martes, agosto 19, 2008










El día estaba completamente nublado.
Durante las horas que estuve realizando mis tareas, mi cabeza aparentaba atormentada. Algo iba a pasar. Algo quizá estaba pasando… Para cuando volví, decidí pasar por el despacho de su Santidad para informarle de cómo había ido hoy la obra que yo realizaba en su nombre.
Me llevé la mano derecha levemente a la cabeza. Milagrosamente estaba muchísimo mejor. Entonces oí ruidos de espada, de lucha, dentro y no me lo pensé dos veces. Entré.
Kyle se atravesó a sí mismo con una espada. Augusto estaba herido. Ambos estaban cubiertos de sangre. Habían peleado… el uno… contra el otro… Abrí los ojos y me mantuve inmóvil. Me pegué suavemente a la pared cercana a la puerta. Alguien entró con suma rapidez y la puerta me tapó ante sus ojos y los de Augusto. Kyle yacía en el suelo. Mi respiración se volvió lenta, cada vez más. El que había entrado era el Camarlego Lucius y se llevó a Augusto de allí, tan rápido como entró. Reaccioné y corrí hacia Kyle. Uno de sus ojos estaba gravemente herido. Entrecerré sólo un poco los ojos y acaricié su rostro.
-… Kyle…-musité.

Llevé mi mano hacia la espada que aún estaba hundida en su cuerpo. Poco a poco saqué la espada y la coloqué cerca de mi. Cuando estuve apunto de unir mis manos sobre la herida, la puerta se abrió bruscamente y giré mi rostro, poco a poco, hacia ésta. Gin estaba allí, apoyado en el marco de la puerta mientras su respiración era agitada. Abrió los ojos con pasmo y pude notar como un escalofrío recorría su cuerpo.
-¡¡¡¡¡¡KYLE!!!!!!-Gritó, mientras se disponía a dar grandes zancadas para acercarse.

Me coloqué justo delante y extendí mis brazos, para que no pasase. Me miró, incómodo, luego llevó sus ojos a su hermano de nuevo. Temblaba. No sabía el estado de su hermano pero al verlo así, temblaba. Me coloqué de puntillas y alcé mi brazo todo lo que pude, para poder rozar con las yemas de los dedos su barbilla. Agachó la cabeza lo suficiente como para que sus ojos se quedasen clavados en mi. Se calmó de golpe. Por primera vez me miraba directamente.
-Gin… No mires.-Dije, suavemente.- Kyle se recuperará.
-Pero él está…-musitó, su alma continuaba agitada.- Muer…

Entrecerré los ojos y le hice mirarme, porque sus ojos volvían a Kyle.
-Gin… Kyle… haré todo lo posible para que Kyle viva.-Le informé, tras eso sonreí.- Pero necesito una cosa.
-¿Qué…?
-Quédate afuera. Procura que nadie entre. Así… Podré ayudar a Kyle.
-¿Qué harás?
-Rogaré a Dios que me conceda ese deseo, que Kyle… Viva.

Estaba serio y algo calmado, pero desde que dejé de tocarle y volví a apoyar mis talones, noté que se agitaba. Aún así, no replicó. Sólo… sólo miró a su hermano suavemente y se marchó de la sala con paso lento, agotado.
Le miré marcharse, luego me giré hacia Kyle y me arrodillé junto a él, junté mis manos y las apoyé en la barbilla, mientras susurraba:
-Creo en Dios padre, todo poderoso. Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único hijo, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa María la virgen, padeció debajo del poder de Poncio Pilato y fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos. El tercer día resucitó entre los muertos y subió a los cielos. Está sentado a la derecha del Dios Padre todo poderoso, desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados y la resurrección de los muertos, la vida eterna. Padre nuestro, por favor, ayúdame a salvar a tu hijo, Kyle Flowright. Amén.

Mis dos manos se colocaron sobre aquella herida profunda, la que había provocado la muerte. A su alrededor apareció un circulo con símbolos místicos. Algo normal cuando intento resucitar a alguien…
Cerré los ojos, me concentré y noté como todo a nuestro alrededor parecía desaparecer. El aire se volvió más puro, noté como unas pequeñas lágrimas salían de mi rostro. Nunca había intentado revivir a una persona, pero sabía que con mi don podía hacerlo. Una vez de pequeña hice que un pequeño pájaro volviese a la vida y desde entonces pude notar sus sentimientos, como si fuesen míos, de libertad. Pero aún sabiendo que con Kyle posiblemente se intensificarían, me daba igual. Quería que volviese, pero primero… debía pedirle permiso.

Abrí levemente los ojos y pude verle. Parecía brillar con luz propia y ya la sangre no lo cubría, simplemente su ojo herido era tapado por su cabello rubio. Entrecerré los ojos y le sonreí levemente. Él miraba a la puerta, por donde hace escasos momentos había salido su hermano.
-William....Gin....
-Kyle...-susurré, aun de rodillas en el suelo mientras le miraba.

Me sonrío.
- Adara... Siento que hayas tenido que presenciar esto.-no pareció importarle que le viera.
-No te preocupes por eso...-me levanté y me giré hacia él.- Yo... yo puedo hacer que...
- Parece que no pude ascender- rió.- Aunque normal... después de dejarme llevar por ese algo que quería matar a mi hermano....- entristeció la mirada.
-No es culpa tuya.-Me apresuré a decir, mientras daba algunos pasos hacia él.- Y... eso significa que tienes la oportunidad de volver...
-¿sabes?, me quedé ciego de un ojo- parecía no querer escucharme.
-s... sí, lo sé.-ya estaba a su lado, le miré a la cara.
- No deberías intimar con los fantasmas, por aquí hay muchos.
- Kyle...-sujeté con cuidado la manga de su camisa.- puedo hacer que vuelvas...

Me miró sorprendido.
- Adara, cómo... tú... ¿puedes tocarme?
-Porque tengo el don de curar y poder revivir a la gente.-respondí, mirándole a su ojo.

Parpadeó varias veces y también me miro fijamente.
- ¿A costa de qué?
-Nada imprescindible.-respondí.- Dios me ayuda.
- Tal poder no debe ser gratis, ¿a costa de qué?
-Solo... puedo hacerlo un número limitado de veces.
- ¿Cuan número de veces?
-Simplemente cuando llega, llega. Pero nunca he revivido a nadie y quiero que tú puedas volver.

Me sonrió tiernamente.
- No, puesto que no sé el precio que debes pagar. No.
-Eso da igual, Kyle.-negué con la cabeza.- Yo puedo hacerlo, no me ocurrirá nada.

Se dispuso a irse. Agaché la cabeza tomándole de la manga de la camisa mientras cerraba fuertemente los ojos. No te vayas, por favor... Quédate. Vuelve. Kyle...
-Kyle... por favor...-musité.
- No.- sonó severo.- Por revivir a alguien tendrías que dar algo muy elevado, estoy seguro...y... yo no valgo la pena
-¡Sí que vales!-grité, noté que mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.
-¿Qué valgo?-no se giró
-Lo que sea necesario.-le sujeté aún más fuerte y agaché aún más la cabeza, continuaba llorando.

Se giró hacía mí, al verme llorar se agachó a mi altura y acaricio mi cabeza.
- Adara...
-Kyle...-le miré a la cara, luego me llevé las manos a los ojos para quitarme las lágrimas.
- No llores, yo elegí mi destino. Yo lo dicté...y no quiero vuelta atrás...
-Pero... pero...-intenté protestar.- Gin... William... yo... yo... todos....
- Seguiré aquí.
-Pero no pueden verte...
- Pero seguro que sentirme, sí.
-No podrán hablar contigo, tocarte... abrazarte.-volví a agachar la cabeza.
- Lo siento...
-Vine aquí para pedirte permiso.-Dije, luego levanté la cabeza para mirar su ojo.-... pero si no lo deseas tú... no puedo hacer nada. Kyle... podrás volver, siempre que quieras. Eso está dispuesto... desde que lo quise intentar. Sólo es necesario tu deseo.
-Es mejor así, no os haré sufrir más...- y dicho esto se fue.

Di un paso, como intentando seguirle. Sin embargo, de pronto todo a mi alrededor cambió y caí al suelo, perdiendo el conocimiento. Oí un golpe que me medio despertó, sin embargo de pronto alguien me sujetó en brazos. Abrí suavemente los ojos. Gin me miraba fijamente, exaltado, luego llevó sus ojos a Kyle.
-Espero que… puedas perdonarme.-Musité.- No pude traerle…

Gin me abrazó fuertemente y yo me quedé quieta. Jamás me había abrazado, ni siquiera nunca me había tocado. Aún así… Mientras me abrazaba unas pequeñas lágrimas salieron de mi rostro, sin embargo, luego se apartó de mi dejándome en el suelo y camino hacia la pared, apoyando luego su frente en ésta.
-Gin…-musité, mientras me ponía en pie.
-Dame unos… segundos…-masculló.

Asentí la cabeza mientras miraba a Kyle. No quería volver, quería continuar muerto. ¿Por qué? ¿Por qué no quería volver con nosotros? Me llevé las manos a la cabeza, mientras Gin no miraba. Noté de nuevo ganas de llorar, pero me aguanté y cerré los ojos con fuerza.
Poco después dejamos el cuerpo de Kyle en su cuarto, alguien debía decidir lo que había que hacer a partir de ahora… Yo me quedé allí, velándolo, mientras que Gin se marchó sin decir nada.

out: gracias a Kyle y a Gin ^^