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sábado, septiembre 20, 2008










Todo había acabado, las llamas comenzaban a quemarme los pies provocándome un dolor insoportable y el humo empezaba a asfixiarme.

Hermano perdóname… Sienna… Jillian... lo lamento. Gin… espero que algún día puedas perdonarme…

Las lágrimas brotaron por mis mejillas que comenzaban a ennegrecerse por culpa del humo, observé a las personas que presenciaban mi ejecución, algunos me miraban con asco, con odio, otros escupían junto a la hoguera. Pude ver al camarlengo Lucius, que se negaba a mirar. Sin duda era un buen hombre… y luego... luego vi a Gin, que miraba fijamente la hoguera, en ocasiones daba la sensación de que iba a apartar la mirada pero nunca lo hacia, seguía mirando como las llamas me consumían.

Adiós…

Cerré los ojos esperando a que el dolor acabase, a que todo terminara y de repente solo pude sentir paz… una calidez en mi corazón que nunca había sentido y abrí los ojos.
Me encontraba en una explanada de un blanco impoluto, mis ropas eran de color blanco y estaba descalza, una superficie también de un color blanco impoluto se extendía ante mí, comencé a caminar sobre el suelo frio, que podría haber sido perfectamente de mármol, hasta que frente a mí se apareció la figura de una muchacha tremendamente hermosa. Tenía una larga melena de color violeta y una mirada triste.
-¿Eres un ángel?-le pregunté.
La muchacha sonrió y se acercó acariciándome el rostro.
-No… soy alguien a quien llevas mucho tiempo buscando.
-¿Cómo…?-pregunté atónita.
-Yo soy.. el Santo Grial.-dijo con una voz increíblemente dulce y tranquila.
Yo la miré con los ojos muy abiertos y parpadeé un par de veces antes de volver a hablar.
-Disculpa no eres… como imaginaba.-confesé.
-¿Imaginabas una copa de plata con incrustaciones de lapislázuli y rubíes?-bromeó.
-Algo así.-Admití algo avergonzada.
El espíritu del Santo Grial esbozó una amplia sonrisa.
-No te preocupes, todo el mundo cree eso.
-Lo lamento mi señora…-dije con respeto.
-Puedes llamarme Grisabella, ese es mi verdadero nombre.
-No osaría…-dije intimidada.

El espíritu del Santo Grial me miró con una sonrisa, aquella muchacha me inspiraba tranquilidad, lucidez y esperanza. No era para nada como yo esperaba, pues imaginaba que los años y todo lo que debía haber atormentado a ese objeto lo habrían convertido en un ser vengativo y cruel.
Ella pareció leerme el pensamiento porque se acercó a mí y cogió una de mis manos entre las suyas y murmuró:
-Si dejara que el odio que los demás posan en mí me afectara, seguramente sería cruel y vengativa, pero soy un objeto creado por Dios... y él solo crea cosas maravillosas.
Yo la miré con ternura, esa muchacha era realmente encantadora, no podía imaginar que de verdad fuese el espíritu que habitaba dentro del Santo Grial.
-Le haría tantas preguntas…-confesé.-Pero supongo que ahora ya no importa…
-¿Por qué no iba a importar? Pregúntame lo que quieras.-me insistió.
-Porque ahora que estoy muerta.. ya no puedo salvar a mi hermano..
Grisabella sonrió y negó con la cabeza.
-No estás muerta Rosalyn, únicamente he extraído tu espíritu de tu cuerpo, para poder hablar contigo.-hizo una pausa.-Pero tu cuerpo aun está en esa hoguera, mira.
De repente ella movió el brazo y un humo blanco se levantó desde el suelo, dejando en éste un claro desde donde se veía la plaza del Vaticano, y en el centro, mi cuerpo ardiendo en la hoguera.
Pude ver a Gin desde allí, junto a mi cuerpo. Tenía la cabeza gacha, los puños cerrados. Era extraño pero no transmitía lo mismo que antes. De golpe levantó la cabeza y clavó sus ojos rojos en mi cuerpo. Vi una mirada extraña en sus ojos.

Miré sorprendida hacia la plaza y luego mis ojos volvieron a los del Santo Grial, que no había dejado de observarme en ningún momento.
-¿Qué quiere de mi?-pregunté.
-Tienes un corazón puro Rosalyn… Quiero que uses esa fuerza y esa pureza para luchar contra las injusticias. Quiero que te conviertas en uno de mis guardianes.

La miré atónita.
-Pero… pero…-fue lo único que atiné a decir. Yo no podía convertirme en su guardiana, porque lo que quería era encontrarla y utilizarla para salvar a mi hermano.
Ella pareció volver a leerme el pensamiento porque sonrió de nuevo con calidez y dijo suavemente.
-Tu hermano ya esta a salvo.
-¿Cómo?-pregunté desconcertada.
-Digamos que… tienes un buen amigo que cumplió su promesa.-dijo con una amplia sonrisa.
Volvió a repetir el gesto que había echo antes y vislumbré una cueva y aun muchacho peleando contra una serie de monstruos que nunca antes había visto.
Pude reconocerle en seguida y me llevé una mano a la boca, era Yoél, aquel muchacho herrero que me había acompañado en los inicios de mi viaje en busca del objeto sagrado.

Si consigo el Santo Grial se lo llevaré a tu hermano Rosalyn, para que beba de él, ¡¡Te lo prometo!!” esas habían sido las últimas palabras que me había dicho aquel muchacho antes de correr para salvarse de la inquisición. Al parecer había cumplido su palabra…
-Sigue mirando…-interrumpió mis pensamientos Grisabella.

Pude ver como Yoél se enfrentaba a los esbirrios del santo Grial, realmente se había hecho más fuerte desde que nos habíamos separado, pero los espectros del Grial eran demasiado numerosos como para que él pudiera contados, al final lo inmovilizaron y pude ver algunas lágrimas cayendo por las mejillas del herrero y como el espíritu del Santro Grial se aparecía frente a él.
-Tu has elegido venir a molestarme y has cavado tu propia tumba muchacho.-le dijo ella fría como el hielo.
-Pero pero…-musitaba él.
-Los avariciosos tiene que pagar su pecado con la muerte.
Yo solo quiero cumplir mi promesa!-gritó Yoél de pronto.
-¿Qué promesa?-preguntó el Grial.
-Yo le prometí a Rosalyn que encontraría el Santo Grial y lo usaría para curar a su hermano…
-¿Has arriesgado tu vida solo por esa muchacha?-preguntó el objeto sagrado.
-Bueno.. al principio quería hacerme rico gracias al objeto.. pero después me di cuenta de que había cosas más importantes y que, por ejemplo, esa chica únicamente deseaba curar a su hermano, por eso cuando la inquisición la atrapó le prometí que salvaría a su hermano…
-Es un gesto muy noble por tu parte muchacho…-admiró el Grial.
-Ya bueno.. Ahora ya eso no tiene importancia.. ya que no he podido cumplir mi promesa…-Yoél agachó la cabeza afligido.-Encima que permití que se la llevaran no he podido ayudar a su hermano… ella muerta en la hoguera y su hermano comido por la enfermedad… soy un inútil. -El espíritu del Santo Grial se agachó junto a él y le levantó la barbilla delicadamente con una mano para que la mirara.
-Yoél.. voy a ayudarte… voy a dejar que cumplas tu promesa y como recompensa por tu bondad y tu nobleza… te concederé un deseo, aunque sea avaro.
Al herrero se le iluminó la cara.
-¿En serio? ¿Salvaras al hermano de Rosalyn?
-Y también a Rosalyn… pues si es verdad lo que me has contado.. su espíritu es fuerte y bondadoso y como me consta que la ira del vaticano aún no la ha hecho perecer… quizá llegue a tiempo de ayudarla.

De repente la escena cambió y pude ver como Yoél le daba de beber de una preciosa copa dorada algo a mi hermano y como de repente como obra d eun milagro, a mi hermano le volvia el color rosado de sus mejillas, su pelo volvia a verse brillante y de color dorado y como sonreía. Ví a mis padres llorando de alegría y abrazando a Yoél en señal de agradecimiento y le vi a el recibiendo su deseo de heredar una gran fortuna.

Cuando acabó la escena las lágrimas caían por mi rostro, finalmente mi hermano se había salvado, gracias a Yoél y al Santo Grial.
Miré a Grisabella con los ojos vidriosos y no pude reprimir el impulso de abrazarla.
-Gracias gracias gracias.-susurré.-Muchísimas gracias mi señora…
Ella también me abrazó y luego se separó levemente mientras me agarraba de los hombros.
-Es un placer ayudar a personas tan nobles como tú, eres una persona buena Rosalyn que siempre esta dispuesta a ayudar a los demás, por eso te he ayudado y por eso quiero que seas mi guardiana.
Yo dudé un segundo, estaba en deuda con ella y un profundo afecto hacia ella empezó a nacer en mi interior.
-Por supuesto mi señora. Daré mi vida por vos a partir de ahora.-dije arrodillándome.
-Tutéame Rosalyn, y puedes llamarme Grisabella, o Bella si lo deseas, así me llaman mis amigos.-sonrió.
-Gracias Bella.
-Bien entonces… para convertirte en guardiana te daré algunos nuevos poderes y algo más de fuerza, y puede que tu apariencia cambie un poco. ¿Preparada?
Fruncí el ceño y asentí levantándome.
-Preparada.
Norte como una luz se introducía en mi interior y se movía por mi cuerpo haciéndome unas leves cosquillas muy agradables, noté como mi cabello se acortaba un poco y como mis ropas cambiaban, unos minutos después el proceso finalizó y caí al suelo.
-¿Estas bien?-preguntó mi nueva ama.
-Sí..- dije asintiendo e incorporándome.
Bella me ayudó y me sonrió.
-Estas preciosa, aunque antes ya lo eras.-dijo mientras yo me sonrojaba levemente.-Verás, ahora esta es la apariencia de tu espíritu, cuando vuelvas a tu cuerpo podrás controlarlo y luchar desde él, peor cuando lo creas necesario podrás salir de él dejándolo inconsciente y pelear en tu forma espiritual, además de eso, tendrás algunos poderes adicionales que irás descubriendo y desarrollando a medida que pelees.
-Pero… mi cuerpo….
-Tranquila.-me interrumpió Bella.-No vas a morir en la hoguera, de eso nos encargaremos ahora mismo.
-¿Cómo?-pregunté.
-Tranquila, ahora lo verás, te dejaré en un lugar a salvo y te daré un margen de tiempo para que vayas a ver a tu familia, después le diré al mas fuerte de mis guardianes que se reúna contigo, se llama Reliak.-sonrió de forma tranquilizadora y me cogió la mano afectuosamente.
-Entendido.-sonreí.
-Nos vemos pronto pues Rosalyn.

Justo después de decir eso me noté caer y mi alma volvió a entrar en mi cuerpo que abrió los ojos y volvió a estar en medio de las llamas. Volvió el dolor, la angustia y la asfixia. Recé por que acabara pronto y de golpe una luz me inundó, noté como las cuerdas y las cadenas que me mantenían presa se soltaban y como mis pies se elevaban hasta hacerme levitar por encima de la hoguera.
Mi cuerpo mantenía los ojos cerrados, pero podía sentir como todos los presentes me observaban, finalmente empecé a caer de nuevo, esta vez hacia el suelo de piedra de la plaza, lejos de las llamas que aun llameaban con furia.
Unas manos me sujetaron con fuerza, impidiendo que me golpease contra el suelo. Al abrir los ojos, vi que se trataba de Gin. Me miraba fijamente, su mirada no sé muy bien lo que transmitía.
-Gin…-musité.
-Rosalyn.-Dijo.- ¿Q... qué ha ocurrido?
-Yo…-acaricié un segundo su rostro, sabía que en ese momento debía odiarme pero..-Lo siento mucho Gin.
-... ¿Qué es lo que has hecho?
-No he sido yo… ha sido ella.-contestó en un susurro entrecerrando los ojos.
-¿Ella...?
-Te amo Gin…
Él clavó sus ojos en los mios, mientras aún me sujetaba. Por un momento vi confusión, pero ésta desapareció rápido y volvió a mirarme de la misma manera que me observaba antes.
-No hace falta que me mientas.-respondió.
-Sólo te mentí la última vez que hablamos, cuando te dije que nunca te había querido, intentaba protegerte.-me sinceré.
-No necesito que nadie me proteja.-respondió.- Ni tampoco creo que me hayas dicho que me amas de verdad.
Una lágrima cayó por mi rostro.
-Sé que no necesitas que te protejan, pero precisamente porque es verdad que te amo intenté protegerte a pesar de todo.
-No haberlo hecho.-dijo, con tranquilidad. Gin estaba tan apático desde que le dije aquello.- Pero ahora no puedo volver a creerte.
Las lágrimas siguieron cayendo y clavé mis ojos en los suyos.
-No importa que no me creas, te amaré igualmente.-susurré y luego levanté mi cabeza para darle un leve beso. Dejó que le besase, Pero continuó mirándome de aquela manera mientras me sujetaba. No sé que era lo que Gin estaba sintiendo, pero no exteriorizaba nada..-Adiós Gin, no volveremos a vernos en mucho tiempo me temo… te amo.
-Te vas a llevar mucho contigo.-musitó, luego agachó la cabeza y no pude ver sus ojos.
Yo le sonreí con ternura y acaricié su rostro levemente. Gin al tacto de mi caricia entrecerró un poco los ojos y esa fue la única diminuta muestra de sentimientos que pude ver en él antes de empezar a desaparecer.

De repente todo se volvió oscuro y noté que mi cuerpo se volvía frágil y ligero…

*OUT* Post de Rosalyn xDDD bueno se que me ha quedado un poco largo peeeeero era estrictamente necesario par ami escribirlo y creo que esto cambiará un poco las cosas n.n espero que os haya gustado ;) gracias a Lor epor su ayuda y a Jose por dejarme rescatar a su personaje n.n besinessss *OUT*